viernes, 29 de abril de 2011

Nuestra Señora del Valle, Zafra



El convento de Nuestra Señora del Valle, también llamado el convento de Santa Clara, fue mandado a construir por los primeros señores de Feria, Gómez de Figueroa y Elvira Laso de Mendoza en el año 1428. Su clausura vendría a satisfacer la vocación monástica de dos de sus hijas y su iglesia a servir de panteón del linaje.
Se localiza en la Calle Sevilla (Zafra)

La Capilla mayor de la iglesia, que fue acabada en el 1454, guarda las esculturas funerarias de Garci Laso de la Vega y de su hermano el primer conde de Feria y su esposa. En el retablo mayor, contratado en 1670 con el ensamblador Alonso Rodríguez epístola se halla la capilla funeraria del segundo Duque de Feria, dedicada a San Raimundo de Peñafort y construida alrededor del año 1616.
Al lado de ésta, pero abierta a la nave, está la diminuta capilla de las Reliquias, en la que se guarda una espléndida colección de estuches (en ellos se guardan reliquias) donados por el segundo duque y su madre en el 1603.

Entrada al convento
  
En el retablo mayor se encuentra la virgen "Nuestra señora del Valle", (posiblemente de aí el nombre del convento).

                                                         Nuestra señora del Valle
Está esculpida en alabastro, tiene algunos policromados y dorados. Fue construida en los siglos XI y XII, aunque desde el XIV está vestida con mantos y joyas. Mide 59 cm de alto, sus dedos de sus manos desproporcionadas son finos y delgados, y en la mano derecha sostiene al niño Jesús el cual pesa 200 gramos, al contrario que la Virgen que pesa 4 Kilos. El niño cuelga de un anillo sujeto a los vestidos de la madre, su mano es de plata y con la derecha acaricia a un pájaro. Actualmente el niño se encuentra desplazado.


                                            Niño acariciando al pajarillo


La clausura, no puede visitarse, se articula en torno a un claustro del siglo XV, en cuyos muros se conservan algunas pinturas góticas. Fueron importantes las reformas realizadas en los siglos XVI y XVII, fruto de las cuales son el refectorio, el coro y su sillería, el patio de la Portería o la nueva enfermería y sus patios clasicistas. Las monjas clarisas conservan varios objetos de culto, muchos de ellos procedentes de algunas donaciones de la Casa ducal, entre los que se hallan el conjunto de vestiduras litúrgicas de difuntos,conocido como terno de Águilas, y la cruz procesional y los ciriales de plata ébano.

Algunos de estos restos se encuentran en el Museo de Santa Clara, el cual se encuentra encima del pilar Santa Catalina.